Cualquier relación sexual, sea entre una pareja ya consolidada o entre dos personas que acaban de conocerse, tiene ese punto de aventura, de lanzarse al vacío, que nos hace excitarnos mucho más cuando estamos en plena faena. Cada cual tiene su manera de disfrutar del sexo, llevada por sus fantasías, por su forma de atreverse a vivir momentos intensos, también por los tabúes y barreras que pueda tener. Pero ante todo, las ganas de disfrutar deben estar por delante, y el respeto a la otra persona. No hace falta que sea el amor de nuestra vida, pero en ese momento debemos concentrarnos en hacerla sentir en el paraíso, de todas las maneras posibles.

El sexo es una forma de expresión maravillosa que nos permite exponer nuestros sentimientos, nuestras emociones, de una manera muy especial. Y es que cuando estamos en la cama somos capaces de llegar más lejos, de ir más allá, y descubrir incluso facetas nuestras que desconocíamos. Ser un caballero en la cama es una de esas facetas que todos los hombres deberíamos tratar de mantener, puesto que no nos costará demasiado, y dejaremos una imagen muy buena de nosotros mismos, no solo por el placer que hayamos podido provocar, sino también por la maravillosa forma de tratar a la chica, que seguro que ella sabrá valorar. No solo hay que ser un caballero en la calle y tratarlas como reinas, sino también en la cama, a la hora del placer. Solo que las cosas cambian un poco a la hora de comportarnos en una y otra ocasión, claro está.